Hola!
No voy a extenderme demasiado... pero creo muy interesante comentarlo!
En una reciente ponencia que dí en la Universitat Catalana d'Estiu, en el marco de la Jornada sobre Patrimoni, explique que en el informe 2010 del Consell Nacional de Cultura i Arts de Catalunya, se relataba la gran diferencia de inversiones entre conservación del patrimonio y promoción de este mismo...
En los países nórdicos (por ejemplo en Noruega), la inversión en promoción llega al 46%.... en cambio en nuestro país la inversión en este apartado no llega al 16 %...
¿Si contamos, que la promoción la podemos definir cómo la vinculación física y virtual al patrimonio y a toda la cultura por parte de la población... es tan baladí, contemplar esta inversión cómo una forma de democracia? Sin descontar que el turismo de carácter cultural es una fuente de ingresos más que considerable.
Por ende... el propio CoNCA afirma: "la promoció és una inversió comunal (no subvenció) en educació, benestar social i la potenciació d‟una identitat comunitària.."
¿Alguien duda de el retorno social de esta inversión?
Precisamente en posteriores entradas os hablaré del retorno social de las inversiones en cultura y también de cómo crear un círculo virtuoso entre la visita virtual y la física.
!Hasta pronto!
Me parece muy interesante esta nueva perspectiva que planteas respecto a la difusión del Patrimonio, tienes razón en que esa difusión engloba el apego del público a ese patrimonio. el problema es que las iniciativas en materia de difusión suelen ser pobres e inadecuadas, por ejemplo la edición de folletos y catálogos que quedan obsoletos. Pero afortunadamente eso está cambiando y tenemos infinidad de nuevas herramientas para difundir el patrimonio. supongo que la labor ahora es convencer a las administraciones en la posibilidad de invertir en difusión del patrimonio con nuevas estrategias comunicativas.
ResponderEliminarApreciada Maria del Mar,
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario... Alguna vez he explicado en alguna ponencia a personal de museos que debe ser el propio museo quién emprenda su comunicación... con la ayuda de la infinidad de herramientas que existen y qeue tu misma comentas (y las que van a aparecer en el futuro)
En todo caso, el propio limíte a tal gestión es la dedicación del personal del museo a tales menesteres...
Aunque, cómo esperanza, esperemos que los gobiernos vean en los museos y en la cultura un verdadero motor económico!